En tiempos de plena profesión, solía animar a los colegas de esta guisa “agranem de competència/ des de Castelló a Valéncia/ i seguim la marcha triumfant/ per les costes d’Alacant” La cuarteta con sus versos emparejados, me da el pie, ahora que estamos vendidos los mayores@coacvalencia.es, a menor recaudo de pensión, pero no vencidos. Porque el espíritu descubridor de nuevas metas, dentro de nuestra natural territorialidad, ahora nos lleva a gozar del arte, de la cultura, del paisaje… y sin olvidar que somos del comercio, también del bebercio, vulgo gastronomía. La perla de los últimos meses ha sido el caldero de Tabarca. Antonio Chacopino, maestro de Los Pescadores de la ínsula, supo cómo agasajar la visita, desde las gloriosas entradas, relamiéndonos con la sorra de la tonyina sobre tomate del terreno, el calamar de playa a golpe de plancha…. I del caldero el suc, gallineta, rap, corvina i unes creïllets per a ensomiar-les i chuplar-se els dits. Pero abanda l’arròs, sancer, cuit i dorat… fruita, gelat, pastetes i de tot per a beure. No diré más del día glorioso, travesía gozosa y llegada corrida, si no está más que en la memoria de 40 es por culpa de los demás, puesto que con motivo del 90 aniversario la llamada estaba abierta a todo el colectivo, de cualquier edad. Autobús por cuenta del Colegio, la barca la pagó el fondo de la Comisión y por 30€ el festín gastronómico. Después de Artana y La Vall d’Uxó, este ha sido un nuevo hito.
Antes de irnos a cuidar nietos en sus vacaciones escolares, aun en junio, terminamos almorzando con buena gana y mejor vianda en El racó del Falleret frente a la Beneficencia, porque a las 11 del día 14, una guía de antología, nos versó y deleitó sobre nuestros ancestros ibéricos. Y frente al Guerrer de Moixent nos despedimos hasta el segundo martes de septiembre.
¡Buen verano!