La segona Primavera, en Oliva

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Los de nuestra quinta, ansiamos dejar  el verano y sumirnos en otoño. Saborear la miel de las doradas  tardes, las luces amables y los colores  cambiantes. Es la primavera d’hivern, septiembre en el calendario, renovada ilusión de encontrarnos y masiva asistencia a la cita del “Dulce nombre de María” día  12, con meta en Oliva.

El ambiente, veraniego después del tiempo revuelto, pero la acostumbrada bondad con la que  madre naturaleza premia nuestras salidas,  nos permite atrevemos a todo: playa, piedad, arte, arqueología,  historia, cinefília, gastronomía, naturaleza y derroche de amistad. En  día completo almuerzo en Cullera;  Visitas a la Patrona de Oliva Mare Deu del Rebollet en su ermita, a la insólita Iglesia Arciprestal, con su carga histórica a lomos de enorme cripta multiusos, Museo Arqueológico abundante en testimonios del pasado activo, Casa de Gregorio Mayans reflejo personal de un padre de la Ilustración y Casa de Vicente Parra actor cinematográfico ídolo de nuestra juventud. Todo magníficamente dispuesto y explicado con gusto… y más cosas son  las de Oliva que no las tiene Madrid. Pero necesitamos relax y el bus nos traslada al Club Náutico. Sus abiertas  instalaciones a la mar… pero también la vista a la  bien parada mesa, la cerveza amable y las secuencias de entrantes, nos recuperan para culminar “els figatells i la  coca”; ya despierto el  apetito de quien por ese mal no padece,  “la cassola de peix” versión propia del guiso o “ suc mariner”: con materia y amor salió perfecta; sin prisas postres al gusto;  café, infusión, “bollitori”,  al desmadre con toque “i colpet”.  Sosegamos con la charla, la ocurrencia o el descanso de confidente amistad, pero se nos hicieron la 5,30. Fuimos a “la font salà” nacimiento  curioso  de agua salobre y cristalina, donde la piel agradece el baño y lamentas no haber previsto tiempo para a ello, ni para hacerlo en cercana  playa de aguas limpias, donde sus enormes  dunas, son defensa y refugio,  frente a la masificación humana. Rumor de las olas, levante que mece agradable, sol que baja y no hiere… pulmón que respira, rostro que al  yodo se tonifica,  aguda  mirada que sueña, corazón que siente… pero tiempo,  que se nos escurre entre la alegre compañía.

Toda una sincronía de tiempos y sensaciones, de atenciones y grata admiración, tan fresca y natural “com si arreüet brollara del poble” pero que esconde una generosa y trabajada magnanimidad de Rosa Ardit y Domingo Llopis, quienes sintiéndose incardinados al bien de mayores@coacvalencia.es prepararon y consiguieron guías  y puertas abiertas. Incluso la suya, pues antes de marcharnos nos ofrecieron un refresco en El Parral, su casa de la playa. Claro que aceptamos, pero del agua pasamos a la cerveza, sin ganas picamos, quien no orchata i fartons, cava, trufas… ¡que se nos farà de nit”  A quien se le exige autoridad, no se le reconocía, pues el chofer tuvo que avisar.

En octubre  “qui vullga el auto més fort, que vinga a… ALMUSSAFES, a la FORD, dic”..