Per C escomencen les tres. Las actividades del trimestre pasado mayores@coacvalencia-es digo. Enero, con días frescos y poca luz, no invita a salir i és tant i tan bo lo que la ciutat de Valéncia atesora… Así nos cogimos de la mano de nuestra guía profesional para ver los nuevos recintos y tesoros que La S.I.Catedral Metropolitana expone del modo más didáctico. Su ejemplar museo ha limpiado huecos, restaurado lienzos de muro, imágenes y pinturas… y ha bajado al subsuelo, per baix del carrer de la Barcella. Nos invitaba a encontrar nuestras raíces, cimientos, conducciones y tracerías de la romanización, para ilustrarnos de la lenta y continua evolución en el singular edificio. La mayoría ya visitamos años atrás la Catedral, guiados por la Dra. Violeta Montoliu, pero sólo por ver, ahora en cuatro niveles de exposición, el eje de una columna helicoidal -lo que sin duda es la abuela de las de la Lonja- y entender qué pudo ser la Parroquia de San Pedro, hoy subsumida, mereció la visita del 9 de Enero, que fue noticiable en Las Provincias.
Febrero, martes y trece. Como si el tiempo fuera el amigo que siempre nos acompaña, a las 10.30 estábamos tomando el sol delante de la Basílica de la Mare de Deu del Lledó, los plataneros, desnudos no lo impedían; i els llidoners, como el almez debajo del cual Perot de Grañana labrando descubrió a la hoy Patrona de Castellón, esperaban la mano i el falçó que convierta sus ramas en gayatos y forques. Pero nosotros éramos recibidos por el Prior Rvdo Josep Miquel Francés, quien con su erudita lección nos hizo admirar todo lo que la fe y el arte allí alberga: historia viva de Castellón. Tuvimos tiempo, antes de ir a comer, de subir hasta el antiguo castillo, pero por hallarse en obras no visitamos La Magdalena. Admiramos el agreste paraje, al que llegan armados de cañas en la célebre romería del tercer domingo de Cuaresma, los fieles de La Plana. Su maravillosa vista panorámica, verde con la mancha de la urbe, seguida de lo que fue marjal, hasta los azules: marino y celeste. Hambrientos llegamos a Dª Lola; nos regaló con su menú, de época, mar y montaña, formages i ensalada… cuixot i pechines, tant i tan bo que ya no esperàvem l’arròs. Pero la sorpresa, que guarda cada salida nuestra, vino con el Museo: el edificio de Moneo sorprende. Una singular guía detallaba y hacia ver lo que el simple ojo no ve. Solo nos dio tiempo a visitar una planta de pintura; Porcar en todo su esplendor, Puig Roda trabajadísimo y una escuela del mejor Zurbarán, tan prop com desconegut. Porque Castellón es más que la visita de trabajo. Devem tornar.Y darle las gracias a Mª Dolores, alma mater de nuestros colegas en Castellón.
Marzo, martes 13. Nos acercó a la obra dels prohoms Valencians per la caritat. Junto al río hace cien años, una hundida España, perdidas sus colonias y enguerrada en Marruecos, encontraba en Valencia su resorte vital: una exposición, embrión de feria, para la industria y el comercio y una Asociación Valenciana de la Caridad, para dar de comer al hambriento, pero que hoy, según mostraron dos mujeres bien preparadas que la gestionan, más que dar de comer más de 600 raciones, trata de integrar y “enseña a pescar”. El Colegio cumplía un rito más, como siempre aportando un óbolo, pero los mayores tomábamos una ración de sensibilidad.